A quién no le gustan los pistachos, con sal, sin sal, tostados o naturales… Comer pistachos ayuda a regular el peso, porque te dan sensación de saciedad, sin trampa ni cartón.
Los pistachos también ayudan a reducir el colesterol y también el estrés, además de mejorar el estado cardiovascular. «Este fruto seco es considerado uno de los alimentos más saludables y que más beneficios aporta a la salud. Y, es que, consumidos de manera correcta puede ayudarnos a regular nuestro organismo de forma muy positiva», dice el presidente de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, Roberto San Antonio-Abad.
Los pistachos reducen la anemia y el estrés
Este fruto seco es rico en vitamina E, B1 y B6 (estas dos últimas reducen considerablemente el nivel de estrés), pero también en magnesio, potasio, hierro (en mucha cantidad, por lo que es muy beneficioso para deportistas o personas con anemia) y fibra.
En comparación con otros frutos secos, los pistachos apenas aportan grases y, sin embargo, tienen mucha proteína y fibra. Eso hace que ayuden a controlar el nivel de colesterol, algo a lo que también contribuye su alto contenido de fitoesteroles (siempre y cuando se consuma al menos 0,8g al día).
Además, en la Universidad de Pensilvania han hecho estudios demostrando que, al consumir dos porciones de pistachos al día, se reduce la constricción vascular y se mejora el control neuronal del corazón de adultos con diabetes 2. Esto afecta también a las mujeres con diabetes gestacional, que pueden comer una ración diaria de este fruto seco para reducir el azúcar.
