“Comprar a granel es responsable porque te llevas sólo lo que necesitas y, además, se generan menos residuos”
El 11 de febrero Esther G. Vidal y Cristina Viñolo abrieron las puertas de su sueño: la nueva Pepita y Grano de Retiro. Esther era una de esas clientas-amigas de Cristina y Gustavo, de las que vuelven una y otra vez y llenan la tienda de alegría: “Me encanta el modelo de negocio, el comprar sólo la cantidad que necesito y el poder llevar mis envases para llevarme el producto a granel. Creo que esto es una tendencia que va a más y que, además, es muy necesaria para que el consumo sea más responsable“. A Cristina la convenció Esther: “Para las dos fue un amor a primera vista, ella me contagió y aquí estamos“.
La zona de Retiro le trae muchos recuerdos a Esther: “Ese barrio nos encanta a las dos; a mí me traslada a mi niñez y a mi madre, que se ha criado en él“. “Paseamos mucho por la zona antes de decidirnos y, cuanto más veníamos por Retiro, mas claro lo teníamos“, dice Cristina. Ninguna de las dos vive en el barrio pero, como dice Cristina… “no, pero dame tiempo“.
“Conocer Pepita y Grano nos cambió por completo“, dice Esther. Para Cristina fue también un revolcón total: “Cambié mis hábitos totalmente. Empecé a comprar poca cantidad pero de productos muy variados. Esto hizo mi vida mucho más sencilla y mi alimentación mucho más rica. Salí de mi zona de confort y, la verdad, estoy encantada“.
Los inicios
Esther y Cristina están hechas unas manitas; ellas mismas hicieron prácticamente todo, con la ayuda de Gustavo. “El montaje de la tienda fue una locura pero ha sido una experiencia increíble y súper gratificante. Nos hemos demostrado a nosotras mismas que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos. Hemos pintado, desatornillado, lijado, serrado… ¡ahora ya no concibo mi vida sin un atornillador eléctrico“, dice Esther entre risas. Para ambas, el proceso fue agotador pero, cuando terminaron y vieron todo lo que habían conseguido ellas solas, se emocionaron. “No hay mejor manera de empezar un proyecto que desde los cimientos. Reconozco que tuvimos días duros en los que casi no comíamos ni dormíamos de la de cosas que teníamos que hacer. Hubo algún día que nos atornillamos algún dedo por accidente y que no podíamos mover las manos del dolor… ¡pero también nos reímos un montón! Fue una gran experiencia“, cuenta Cristina.
¡Y todo eso fue antes de empezar a vender! Porque el Día D no es el día de la inauguración… ¡ese día empezó todo! “Estas primeras semanas están siendo fascinantes y muy agotadoras… pero estamos entusiasmadas y eso hace que podamos con todo“, dice Esther. Y Cristina lo reafirma: “No paramos, estamos todo el rato de un lado para otro pero felices y con mucha, mucha ilusión“.
Así es Pepita y Grano Retiro
Pepita y Grano es esa tienda de barrio de productos a granel en la que puedes ir y comprar rápidamente o echar la mañana descubriendo cosas nuevas y hablando con Esther y Cristina, dejándote recomendar… Es una tienda preciosa, con mil detalles como las flores que Esther y Cristina siempre compran en Natural Bouquets, vecinos del barrio.
“No hay un cliente tipo“, cuenta Esther, “vienen lo mismo personas mayores que buscan legumbres de calidad que gente joven que se lleva siempre cosas distinas y diferentes“. “Lo que sí que es verdad es qu a las personas mayores les gusta poder comprar como antes y que se les dedique más atención y hacen una compra más de despensa, mientras que los jóvenes sólo compran lo que necesitan y se atreven con todo“, añade Cristina.
La legumbre es la reina en la tienda. “Pensábamos que tardaríamos más en hacernos un hueco en el barrio pero en seguida está viniendo mucho cliente que quiere legumbre de la de siempre pero de temporada y de calidad“, dice Esther. “También suelen comprar mucha pasta, muesli… ¡y chocolates!“, apunta Cristina.
Así es Esther
Le gusta viajar (“cuanto más lejos… ¡mejor!“), el cine en versión original, perderse en un pequeño pueblo de El Bierzo y, cómo no, “comer y probar nuevos estilos de cocina“.
Su día empieza con medio litro de Pu ehr (té rojo) solo, siempre en la misma taza (“para mí es como un ritual, así sé que el día irá bien“), un tazón de leche vegetal (“suele ser leche de arroz, de avena y, alguna vez, de almendras“) con un poco de todo: “un puñadito de frutos secos, otro de arándanos sin azúcar, una cucharadita de chía, de semillas de lino molidas, de cacao puro y otra de canela de Ceylán. También suelo echarle copos de avena, copos de quinoa o quinoa hinflada, depende del día. Últimamente también añado almendra laminada, otro días suelo añadir nueces pecanas o pasas, que le da un toque“.
Comer le vuelve loca: “me gustan muchísimo la comida mexicana y la comida asiática. Me pierden los dim sum, el pad thai…“, así que para no perderse, Esther se ha puesto en manos de Vanessa, de Zúa Alimentación Saludable, y juntas han diseñado una dieta que ella sigue a rajatabla, además de hacer ejercicio cada día. “También suelo cocinar; eso sí, durante la semana me gusta la comida poco elaborada; mucha la hago al vapor“. Vamos, que se cuida, eso no se puede negar.
Esther ha cambiado 7 años trabajando en una empresa del sector óptico por la venta de productos a granel. “Descubrir Pepita y Grano fue un auténtico regalo. Consumo productos ecológicos de toda la vida y siempre he estado preocupada por mi alimentación, el medio ambiente, el consumo responsable, la ecología… Así que ahora me dedico exactamente a lo que quiero“.
Así es Cristina
“Viajar me da la vida, amo la música en directo y, desde hace algunos años y me relajo tejiendo“. Cristina teje y teje, hace pruebas, deshace lo que le sale mal y lo intenta las veces que sean necesarias hasta conseguir la prenda que quiera. De hecho, ella misma ha hecho las cestitas de la compra que tienen en Pepita y Grano Retiro. “Ahora quiero probar a teñir lanas naturales. Una clienta, a la que hemos cogido mucho cariño, me ha dado la receta. Me ha dicho que con el agua de cocer la lenteja caviar que tenemos en la tienda se queda un color precioso. ¡Por probar que no quede!“.
Ella también tiene sus sitios secretos: “Durante muchos años, un del Cabo de Gata era mi lugar aunque ahora El Bierzo es ESE lugar. Claro que también vivo enamorada de las playas de Cádiz, ¡quién no!“, se ríe.
Cristina es una mujer atrevida en la cocina y se atreve con ensaladas de todo tipo: de legumbres, de pasta, de arroz, con quinoa, bulgur… Pero si hay que zamparse un buen cocido, ¡ahí está ella! “Me encanta el cocido de mi madre. ¡No hay nada mejor que la comida de una madre!“. Eso sí, el día siempre lo empieza con un vaso de leche de arroz que mezcla con una cucharadita de lino molido, otra de harina de algarroba o cacao, abena o quinoa y, a veces, muesli. “El fin de semana me preparao un licuado con todo lo que encuentro y unas tostadas de pan rico untadas con ajo negro, sésamo tostado y un chorrito de aceite virgen extra…“. ¡Así sí que se puede empezar el día bien!
Cristina divide su día a día entre Pepita y Grano y el trabajo que lleva desempeñando en un banco desde hace más de 20 años, así que casi siempre come fuera de casa. Su consejo para los que, como ella, comen en la oficina: “Es muy importante comer variado. Yo intento comer dos veces a la semana legumbre, otras dos pasta, dos más arroz o patata y un día de proteína, verdura y ensalada. Entre horas como mucha fruta y siempre termino mis comidas con una infusión digestiva o relajante y, si hace falta, una infusión depurativa. Antes de irme a dormir, siempre me tomo un yogur que suelo hacer yo misma y, siempre que puedo hago ejercicio“. Como ella dice, “es cuestión de organización y mentalización“.
“Siempre miro lo que como pero también me preocupa la cantidad de residuos que generamos los humanos. Por eso estoy enamorada de Pepita y Grano; comprar a granel frutos secos, legumbres, pastas… es una gran manera de reducir residuos, de comprar de manera responsable… Es mi hábitat natural”.
Si les preguntas por sus sueños, Cristina lo tiene claro -“poder dedicarme por completo a la tienda“- y Esther también -“jubilarme en esta tienda“-.
¡Todos a ayudarles a hacer realidad sus sueños! 🙂
Pepita y Grano Retiro está en la calle Alcalde Sáinz de Baranda 45 y su horario es de 10 a 14h y de 17 a 20:30 de lunes a sábado.