En Pepita y Grano tenemos especias, tenemos cereales, tenemos legumbres, arroces, infusiones, pastas vegetales, chocolates… ¡y sal a montones!
Sal negra
Ésta es nuestra sal marina atlántica, de Cádiz, sin refinar y combinada con carbón vegetal. Sabor no da, aparte de salar, pero sí un color precioso que adornará tu plato. Y, además, que sepas que el carbón es digestivo y también se usa en medicina para tratar intoxicaciones por su alto poder depurativo. ¡Ala! A sazonar con sal negra se ha dicho: ensaladas, verduras, tomates, carnes o pescado.
Sal azul de Persia
Esta sal tiene cristales de un azul intenso y precioso y viene de unas minas en Persia. No me digas que tanto su nombre como el azulado no le dan un aire exótico y misterioso… ¿la has probado? ¡¿No!? Pues su toque picante te va a sorprender. Para carnes blancas, aves, pescados, vinagretas, ensaladas…
Rocas de sal rosa del Himalaya
Esta sal llega desde las montañas del Himalaya, en Nepal. Libre de contaminantes (imagínate crecer en una montaña así, madre mía), rica en minerales, calcio, magnesio, potasio, hierro… De hecho, su color rosado y precioso viene precisamente del hierro. Ésta es una de las sales más valoradas por los amantes de la buena comida y también una de las más puras que existen.
Sal rosa del Himalaya fina
Cuando las rocas de sal rosa del Himalaya se hacen polvo, aparece la sal rosa del Himalaya fina. Más manejable para cocinar y con las mismas propiedades: libre de contaminantes, rica en minerales, calcio, magnesio, potasio, hierro…
Flor de sal con piel de lima
Repito: flor de sal con piel de lima. Soy un poco pesada (insistente, que hay que hablarse con cariño a uno mismo, que si no, mal vamos) con los nombres de las cosas pero si es que el nombre lo es todo, te dice todo. A mí, el. nombre de esta sal hace que me apetezca empezar a usarla a puñados gordos. Te cuento que viene de Madagascar (de ahí leeeejoooossss…), que está mezclada con piel de lima y que es fresca como la lima, que le da el toque cítrico. Utilízala en pescaditos, marisco o ensaladas con aguacate (o sin él, que ya sabes que lo de las ensaladas es cuestión de prueba y error).
Escamas de sal con hierbabuena, orégano, romero y tomillo
Esta sal aflora tímida a la superficie del mar y deja que los rayos del sol gaditano y el viento propio de la zona la sequen hasta convertirse en la que nos llega a nosotros: en una magnífica sal gourmet 100% natural y de Cádiz, nada menos. Tiene un sabor suave que evita que se te vaya la mano y te pases del punto de sal. Carnes, pescados, verduras… pero fijo que también te la pones en una rebanada de pan con aceite de oliva del bueno y está de muerte.
Diamante de sal con trufa blanca de verano
Todo lo que viene del Himalaya, viene libre de toda polución, qué maravilla, ¡imagínate! Estos cristales de sal marina fósil están combinados con trufa blanca. Muchos la llaman sal gema, otros sal de mina y otros sal de tierra. A mí, decirle «diamante» me suena mucho mejor. No tiene aditivos, es sal sin refinar y está considerada como la sal más pura del mundo. Marida a la perfección con pasta, carnes y patatas.
Sal vikinga ahumada con cebolla, cúrcuma y pimienta negra
Una sal que se llame «vikinga», no podría ser de otra manera: potente en aroma y potente en sabor. Me apasiona esta mezcla de especias con la sal noruega. Úsala con patatas o huevos, o haz pruebas, que siempre es divertido.
Sal marina con 5 pimientas
Qué sería de una cocina sin sal y pimienta. Pues a falta de una pimienta, ¡5 en una y encima combinadas con sal! La maravilla de las maravillas. Esta mezcla combina el toque cítrico de la pimienta de Jamaica y el frutal de la pimienta rosa, con el punto picante y ligeramente amargo de las pimientas clásicas: la pimienta negra, la pimienta blanca y la pimienta verde. Si buscas dar un «no sé qué, que qué sé yo» a tus platos de carne, al pescado o a una ensalada… ¡ésta es tu sal!
Flor de sal con azafrán
Madagascar, qué lejos estás y qué sal tan buena me das. Oficialmente, estoy enamorada de esta mezcla de flor de sal de Madagascar y azafrán. ¡Y qué mezcla! Algo tan exótico con una especia tan delicada y tan nuestra, como el azafrán. Ponla en arroces, verduras salteadas y pastas, ¡y chúpate los dedos!
Sal roja de Hawai
Hay una sal roja preciosa, cuyo color le viene dado por una arcilla volcánica que está en unos pozos profundos, que se forman al juntarse los ríos con el mar en Hawai. La sal del mar se mezcla con la arcilla… ¡y tachán! ¡Sal roja de Hawai! Además de roja, tiene muchísimo hierro, minerales y oligoelementos y su sabor es suave, y recuerda ligeramente a frutos secos.
Flor del sal
En las superficies de las salinas de Cádiz se forma una capa de cristales salinos. Esta fina capa es la flor de sal. Esta sal es 100% natural e intensifica el sabor de los alimentos gracias a tu alto contenido en cloruro de magnesio y potasio. Si vas a utilizar esta sal, hazlo para emplatar tus recetas estrella y ponla justo antes de servir la comida en la mesa. Así evitar que los cristales se derritan y pierdan el efecto visual.
Sal atlántica ahumada
Esta sal marina viene de Granada y se ha ahumado con humo líquido, que ha hecho que sea una sal oscura y potente, que puedes maridar con casi cualquier plato al que quieras dar un toque diferente y especial.
Sal negra del Himalaya
Es curioso que las sales puedan recordar a otros alimentos. Ésta, por ejemplo, tiene un sabor sulfuroso que recuerda al huevo. Por eso es la sal favorita de los veganos. La sal negra de Himalaya es rica en hierro, baja en sodio y no eleva la presión arterial, como las sales convencionales.
Sal marina en pirámides
Mira si la apariencia es importante. Esta sal marina es preciosa, es divina… Y esa es precisamente su mejor cualidad: cristalizar elegantemente. ¡Y vaya cualidad! Tus recetas quedarán increíbles emplatadas con estos cristales de sal marina con formas de pirámides.
Sal marina con pimentón de la Vera
No puedes ser más bonita, que mira qué forma de pirámide y qué color te da el pimentón, y ese sabor… Ahora mismo, están sal en mis tostadas de desayuno, que el pimentón les da EL toque, que los domingos vale todo y el desayuno es eterno.
Encuentra todas estas sales en las tiendas Pepita y Grano:
– Valencia: Sueca 60 (Ruzafa)
– Donostia: Antonio Arzak 1, (Benta Berri)
– Ponferrada: Los Almendros 4
– Madrid: Melilla 33 (Madrid Río)
– Santa Engracia 77 (Chamberí)