Cada año, cuando llega la temporada de setas, me vuelvo loca. Quiero probarlas todas, compro con los ojos y no tengo tiempo de comer todas las setas que me llevo a casa. Me muero por ese olor a seta mezclado con olor a tierra. Así que cuando termina su momento, muero un poquito. En realidad, esto me pasa con cada temporada que acaba (tienes que verme cuando acaban los espárragos o las alcachofas).
Así que las setas deshidratadas son una grandísima opción para mí, así las puedo comer toooodo el año.
1 gramo de setas deshidratadas equivale a 10 setas frescas. Esto es una pasada. Cuando compro setas frescas me paso el día con el frigorífico “okupado”, que cualquier día me sale un gnomo y me da los buenos días (o me echa la bronca por comerme su casa, claro).
Tipos de setas deshidratadas
Shiitake: Ésta es una de las setas más apreciadas, tanto por su increíble sabor y versatilidad en La Cocina, como por sus propiedades medicinales. Viene del este de Asia y tiene minerales como hierro, zinc y magnesio, además de tener alto contenido en fibra, proteína y antioxidantes y apenas tener calorías. Si necesitas fortalecer el sistema inmunitario o controlar la hipertensión o el colesterol… ésta es tu seta. Combínala con pasta, arroz o sopas.
Boletus edulis: Carnosa y con un sabor que recuerda ligeramente a los frutos secos, es una de las setas más conocidas y usadas en cocina. Apenas tiene calorías y suele servirse a la plancha, salteada o en risottos. ¡Y en croquetas está de muerte!
Senderuela: Esta seta crece en grupúsculos llamados “corros de brujas”. Es poco carnosa pero dulzona -recuerda a las almendras-, lo que hace que sea muy apreciada en cocina. De hecho, puedes cocinarla como te apetezca porque siempre está rica.
Rebozuelo: La novia perfecta para cualquier carne. Rica en fibra, hierro y magnesio, el rebozuelo es una seta muy fina de sabor y con un olor levemente frutado.
Perrechico: Diabéticos del mundo, aquí tenéis vuestra seta ideal. El perréchico tiene propiedades hipoglucemiantes o, hablando en cristiano, bajan el nivel de azúcar en sangre. Además, su contenido en sodio es muy bajito y es muy rico en potasio y fósforo. Es una seta carnosa, de textura firme pero tierna, con un olor agradable, que recuerda a la harina húmeda o al pan fermentado. Para comer en guisos y salteados.
Trompeta de la muerte: Siempre que oigo o leo su nombre, pienso en Alicia en el País de las Maravillas. No sé por qué pero ese es su mundo en mi cabeza. Es de color negro, con forma de trompeta o cuerno y es una de las setas que mejor se hidrata. Es sabrosa y aromática y es perfecta como guarnición.
Cómo cocinar setas deshidratadas
Las setas deshidratadas son muy fáciles de usar. Ponlas un minuto a remojo antes de saltearlas. Si lo que quieres es cocerlas, añádelas directamente al agua en ebullición. Además, el agua de la rehidratación se puede usar para caldos y guisos y así aprovechas todo. Come setas, amigo, que son ricas en proteínas, fibra y minerales y, además, apenas tienen calorías ni grasas.
Encuentra todas estas setas deshidratadas de temporada en las tiendas Pepita y Grano:
– Valencia: Sueca 60 (Ruzafa)
– Donostia: Antonio Arzak 1, (Benta Berri)
– Ponferrada: Los Almendros 4
– Madrid: Melilla 33 (Madrid Río)
– Madrid: Alcalde Sáinz de Baranda 45 (Retiro)
– Santa Engracia 77 (Chamberí)